Nadie te da la libertad que no te permites

Como sociedad, nunca hemos sido libres, como personas algunos han ejercido más o menos algunas libertades robadas, pero como sociedad No.

No eres libre, eres un esclavo de tus creencias, de tus miedos, de tus prejuicios, de tu familia, de tus ancestros, de tus heridas, de tus dolencias y enfermedades, de tu cuerpo, de tu mente, de tu nacionalidad, de tus memorias, de tus experiencias, de tu gobierno, de tu trabajo, de tu empresa, de tu sociedad, de tus amigos, del qué dirán y mucho más.

Y todo eso de lo que eres esclavo te acompaña a ti y a todos los que vienen detrás de ti, no se acaba cuando abandonas tu cuerpo físico, no, no. Lo arrastras.

Todo lo que no sanes, sigue aquí como una astilla clavada.

Sanar, no significa curar, sanar es realmente comprender, abrazar y traspasar.

Y esa libertad que, sorprendentemente, no todo el mundo anhela, no te la puede dar nadie externamente, solo tú puedes hacerte libre a ti mismo y a los que te seguirán.

Tu libertad viene de dentro, de tus ideas; no viene de lo que te dejan o no te dejan hacer.

Cuesta entender este concepto porque estamos acostumbrados a echarle la culpa a algo externo, sin darnos cuenta de que eso que pensamos que viene de fuera en realidad, es parte de nosotros mismos, es nuestra propia creación.

Se suele decir que creamos nuestra propia realidad y la mayoría no puede o no quiere creerlo, porque eso implicaría una responsabilidad enorme.

Estamos en tiempos revueltos, siempre estamos en tiempos revueltos, en realidad, pero éste en concreto es para coger las riendas de verdad, de la verdad; salir de tu zona de confort y sanar, sanar y sanar, para que solo dejes un lastre de amor y que los que vengan detrás de ti puedan crear desde ellos mismos su verdad.

Es un momento muy intenso, estamos en una centrifugadora, diría una gran amiga mía, pero de las centrifugadoras salimos limpios y secos, arrugados eso si, aunque con el uso nos planchamos o quizás algún alma generosa se ofrece a plancharnos también.

Es un camino largo, puede que duro, ser libre requiere tiempo y práctica, cada tema necesita sus propias libertades, cada libertad tiene su momento de surgir.

A mi me gusta escarbar, me gusta revolcarme en la mierda ancestral y luego lavarme con las aguas benditas de la resurrección. Mi misión es no dejarme nada más que amor, calor humano, suavidad, energía vibracional alta y un manto invisible tan grande que cubra a la mayor cantidad de gente posible.

No sé si lo conseguiré, estoy en el camino, sino no estaría aquí.

Pero te aseguro que lo intentaré.

Y seré libre, y serás libre.

Con Amor

~ Ara

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