La Medicina del lobo y la medicina del loco II
Estábamos en la noche oscura, la luna negra, el silencio, el cuidado, los cantos salvajes, los susurros, los tambores apenas rozados, las caricias de unas plumas de halcón, los silencios, los inciensos, las velas, las hierbas, la escucha, la paciencia…
La luna poco a poco reaparece, abren el tipi para dejar entrar su luz, a lo lejos la sombra de un lobo aúlla desde el centro de su pecho hasta el campo de todas las posibilidades y en ese aullido las heridas se cierran, los huesos se sueldan y el cuerpo comienza a renacer, nunca solo.
Los lobos rara vez están solos, van en manada, en familia, comparten la comida con el resto, solo pelean cuando es necesario, jamás intentan matar a otro lobo, los lobos alpha son los más inteligentes y no los más fuertes, los lobos beta son los que algún día podrían ser alpha y los lobos omega son los sumisos. Los lobos son monógamos, las parejas cuidan a sus hijos toda la vida y es raro que un lobo busque otra pareja si se queda sin la suya. Se comunican con todos sus sentidos y la ciencia moderna dice que no se sabe bien por qué aúllan.
Para algunas tribus indígenas la observación de éste animal sagrado, la imitación de sus comportamientos, era la medicina del lobo. Y, a veces, cuando lo necesitaban, el espíritu del lobo se apoderaba del de un humano para sacar todo su potencial y expresarlo.
El alma del lobo se fusiona con el valiente, con el sabio, con el coherente, con el sanador y el sanado, con el poder del campo que todo lo contiene y allí, con las patas sobre la tierra húmeda de la noche y la cabeza hacia los cielos, el lobo aúlla desde su centro a esa luna que vibra para todos.
El humano aprende imitando, se ha pasado 100 años imitando a personas avaras, cobardes y mal intencionadas. Ha seguido reglas de religiones inventadas, de gobiernos aprovechados, ha olvidado completamente quién es en realidad y de dónde viene.
La medicina del lobo viene a recordarte que observes, que sientas, que busques, que acompañes, que escuches, que mires hacia adentro, que cantes, que vibres, que ames, que aúlles…
La medicina del lobo es la medicina del Alma.
Con Amor
~ Ara
PD: a los 53 años el señor Rockefeller enfermó, ni su dinero ni su medicina moderna pudieron hacer nada por él, cambió su alimentación y su estilo de vida y vivió hasta los 97 años. Amen.